sábado, 11 de octubre de 2008

Asesoramiento Genético en Enfermedad de Parkinson

La Enfermedad de Parkinson (EP) es una patología neurodegenerativa compleja y multifactorial en su etiopatogenia. Si bien se consideró en un principio como improbable una base genética en la misma, trabajos de la última década han implicado a varios genes en su patogénesis, han identificado varias formas monogénicas de EP y han evidenciado un significativo componente hereditario, al menos en un subgrupo de pacientes (y familias).

Si bien la mayoría de los casos de Enfermedad de Parkinson (EP) son de presentación esporádica (no hay otros afectados en la familia) y empiezan luego de los 60 años, en algunos casos (o algunas familias) aparecen varios individuos afectados y/o la EP se inicia en la juventud. En los casos de inicio en la juventud y/o con antecedentes familiares el rol de los genes es probablemente más significativo. Estos casos son aproximadamente un 10% de los casos de EP. De todos modos, los genes influencian la aparición de EP aún en los casos sin antecedentes familiares y de inicio más tardío.

Como los genes influencian el riesgo de EP y los genes se transmiten de padres a hijos y se comparten entre hermanos, entonces los familiares de pacientes con EP tienen un riesgo aumentado de padecer la EP. Los familiares de primer grado (hijos, padres y hermanos) de pacientes con EP tienen al menos el triple de riesgo (a lo largo de su vida) de sufrir EP que otras personas. Este riesgo de recurrencia depende sobre todo de la edad de inicio de la enfermedad, aproximadamente:

Antes de los 45 años: el riesgo para familiares de primer grado es 1/12

Entre los 45 y 55 años: el riesgo para familiares de primer grado es 1/20

Luego de los 65 años: el riesgo para familiares de primer grado es 1/50

Estos riesgos son promedios, por lo que en algunas famlias este riesgo puede ser tan alto como un 50% (herencia autosómica dominante) o tan bajos como 2-3% (formas multifactoriales). En la mayoría de los casos el riesgo es intermedio a estos valores y menor al 10%.

El asesoramiento genético permite analizar a cada familia en particular y calcular (al menos aproximadamente) estos riesgo para cada familia (o individuo) y discutirlos con los interesados. Los datos de presentación clínica de la afección, los datos obtenidos de la realización sistematizada de la historia familiar y los datos empíricos sore recurrencia de la afección, permiten una estimación aproximada de estos riesgos (que son, en general, significativos, solamente para los familaires de primer grado, fundamentalmente hijos y hermanos).

Adicionalmente, y en casos seleccionados, se puede recurrir a análisis de genética molecular, sobre genes (o mutaciones) específicos, que aportan datos más precisos de riesgo, pero muchas veces difíciles de interpretar. Este tipo de estudios se denominan de “Genética predictiva”, en el sentido de que conociendo el genotipo del individuo (para determinadas variantes genéticas) se puede predecir (al menos parcialmente) el fenotipo (en este caso, el riesgo de determinada enfermedad) para afecciones de inicio tardía y con un extenso período presintomático (como la EP). En estos casos las implicancias del test, las cuestiones psicoemocionales que lo acompañan, y la dificil interpretación de los resultados, obligan a un cuidadoso proceso de asesoramiento genético pre y postest.

El asesoramiento genético tradicional era esencialmente reproductivo y no tenía como objetivo primario la prevención de patologías genéticas, sino mejorar la calidad de vida de las personas o parejas que sufrían por la posibilidad de aparición de estas afecciones en su descendencia, brindándoles la posibilidad de tomar decisiones reproductivas basándose en una información fidedigna. En los últimos años, ha surgido un moderno asesoramiento genético orientado específicamente a la prevención primaria o secundaria de diversas afecciones como el cáncer u otras afecciones frecuentes vinculadas al envejecimiento. En las últimas dos décadas, al impulso del Proyecto Genoma Humano y desarrollos asociados, ha ocurrido un cambio de modelo en la Genética Médica que ha pasado de ocuparse exclusivamente de las “enfermedades genéticas” a la “genética de las enfermedades”. La moderna medicina genómica se ocupa de la interacción entre el genoma de los individuos y su ambiente en la determinación de las enfermedades, generando herramientas aplicables al diagnóstico, tratamiento, pronóstico y diseño de estrategias y programas preventivos. El amplio espectro de la medicina genómica incluye un gran número de enfermedades; entre ellas, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la hipertensión, las dislipemias, la osteoporosis, la obesidad, el asma, el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas y las enfermedades gastrointestinales, que incluyen buena parte de las patologías crónicas frecuentes y prevenibles. Entonces, el objetivo central de la medicina genómica es el asesoramiento genético individualizado para prevenir la enfermedad o la mortalidad prematura en individuos genéticamente susceptibles. En este marco, los datos fundamentales se derivan del análisis de la historia familiar y del uso de diagnósticos moleculares específicos, y éstos aportan datos relevantes para identificar individuos susceptibles, para ayudar en el diagnóstico, para seleccionar el tratamiento más adecuado y para elaborar pronósticos.

La Genética Médica (como especialidad de la Medicina) aporta una serie de herramientas que pueden ser útiles en la atención de los pacientes y familias con EP. Es altamente probable que en el futuro inmediato estas herramientas de diagnóstico, tratamiento y prevención, aumenten y se desarrollen nuevas, ya que se realiza un intensa investigación en temas vinculados a la genética de la EP.

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